Título Original Labyrinth Estreno 1986 Duración 101 min Recaudación $12,900,000
Una noche, el padre y la madrastra de Sarah —una adolescente con una imaginación desbordante— se preparan para salir a una reunión. Para ello, la joven, inconforme, debe quedarse a cargo de su medio hermano Toby para cuidarlo. La chica, enfadada por tener que lidiar con el pequeño de un año, quien no deja de llorar, en un arrebato pide (casi inadvertidamente) al rey de los duendes, un mago llamado Jareth —un personaje de su libro de fantasía favorito llamado Laberinto— que se lleve consigo a su hermano Toby — diciendo las palabras: «Ojalá viniesen los duendes y se te llevasen… Ahora mismo». Sin prever que daría resultado y su deseo se cumpliría, a continuación el Rey Jareth se muestra ante ella diciéndole que para recuperar a su hermano cuenta con 13 horas en cuyo transcurso debe resolver su laberinto y llegar hasta su castillo, si es que quiere evitar que Toby se convierta en un duende.
Durante su aventura, el rey intentará impedir que Sarah llegue a su meta, poniéndola a prueba con juegos mentales, acertijos difíciles e innumerables trampas a lo largo del laberinto, que constantemente cambia. En tanto, durante su recorrido, irá conociendo nuevos amigos (marionetas todos ellos): un enano un tanto irritable llamado Hoggle, un monstruo lanudo de nombre Ludo (que posee la habilidad de comunicarse con las rocas y piedras) y un singular y muy valiente caballero andante de largos bigotes que se presenta como Sir Didymus y junto a este, su fiel perro Ambrosius, quienes le ayudarán a lograr su objetivo.